Soluciones en la nube: ¿Lujo o necesidad para las empresas?

La era de la transformación digital ha llevado a las empresas públicas y privadas a implementar soluciones en la nube que les permita mejorar sus procesos.

Para empezar, podemos definir la nube como una porción de la internet que permite acceder y conectarse a servicios de cómputo compartidos (cloud computing) brindados a través de infraestructuras físicas, software y servicios que cualquier persona o empresa puede contratar.

La nube, básicamente, es un término que se utiliza para describir una red mundial de máquinas, cada una con funciones específicas. No es una entidad física, sino una red muy grande de equipos y servidores remotos ubicados alrededor del mundo, que se conectan entre sí para funcionar como un único ecosistema.

Estos servidores están diseñados para almacenar y administrar datos, ejecutar aplicaciones o entregar contenido o servicios, como streaming de vídeos, correo web, bases de datos, servicios de integración, IA, ofimática, medios sociales, entre otros.

En lugar de acceder a archivos y datos desde un equipo personal o local, se accede a ellos en línea desde cualquier dispositivo conectado a Internet; es decir, la información está disponible en cualquier momento y desde cualquier lugar siempre que la necesite.

Existen varios tipos de nube:

  1. Pública: comparte recursos y ofrece servicios al público a través de Internet.
  2. Privada: no se comparte y ofrece servicios a través de una red interna privada, normalmente hospedada en un entorno local.
  3. Híbrida: comparte servicios entre nubes públicas y privadas.
  4. Comunitaria: comparte recursos únicamente entre organizaciones, por ejemplo, con instituciones gubernamentales.

Por otra parte, podemos definir una solución como una aplicación o sistema que se modela e implementa con el fin de solucionar problemas o necesidades puntuales de las empresas, a través de diferentes recursos técnicos (máquinas virtuales, bases de datos, cuentas de almacenamiento, etc.), tanto de software como de hardware.

Tradicionalmente las soluciones se han desplegado en equipos adquiridos y ubicados físicamente en datacenters locales previamente armados por cada empresa, lo cual implica incurrir en actividades complejas de instalación, puesta en marcha, pruebas, actualizaciones, mantenimiento y gastos de capital, entre otras, mientras que las soluciones en la nube liberan la gran mayoría de dichas actividades pues permiten simplemente mercar y configurar servicios puntuales que requiere cada solución; por ende los gastos se convierten en operativos, lo que permite que las empresas paguen únicamente por lo que utilicen o consuman reduciendo así sustancialmente el desperdicio de poder de cómputo local.

La nube llegó para quedarse, cada vez son más las empresas que confían en las nubes públicas, ya sea Azure, AWS, Google, etc. Los proveedores de servicios cloud se han venido esforzando a través de los años para evolucionar enormemente a nivel de seguridad, generando así mayor confianza entre los clientes para que desplieguen allí sus soluciones con la tranquilidad de que su información está segura.

Cada vez son más amplias las posibilidades que tenemos de contratar servicios que ofrecen diferentes proveedores de nube mencionados en el párrafo anterior, quienes buscan constantemente cómo ofrecer todo como servicio (X-as-a-Service).

Actualmente ofrecen por ejemplo infraestructura como servicio (Infraestructure-as-a-Service / IaaS) , plataformas como servicio (Platform-as-a-Service / PaaS) y software como servicio (software-as-a-Service / SaaS), entre otros; sin embargo se han ofrecido servicios, algunos de ellos ya deprecados, como por ejemplo blockchain como servicio (Blockchain-as-a-service / BaaS) en Azure, el cual justamente ofreció por un tiempo servicios de blockchain en la nube.

En conclusión, prácticamente ya todas las soluciones, desde el análisis previo, se conciben y se piensan para ser implementadas en la nube. Las organizaciones se han dado cuenta del enorme ahorro en tiempo y costos que pueden lograr bajo este tipo de arquitecturas. Además su administración es supremamente asequible desde cualquier lugar del mundo y prácticamente desde cualquier dispositivo conectado a internet.

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